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En la mitología griega, Mestra[1]​ (en griego antiguo Μήστρα) era una hija de Erisictón, rey de Tesalia, pero no se ha conservado el nombre de su madre.[2]​ Al menos un autor la denomina como Hipermestra.[3]​ Esta muchacha era una experta en el uso de fármacos y poseía la habilidad de cambiar de forma.[4][5][6]​ La versión atestiguada más antigua de Mestra aparece en el Catálogo de mujeres,[2]​ que luego sería adaptada por autores posteriores, entre ellos Ovidio, que nos ofrece acaso la versión más conocida.[7]

Grabado de Johann Wilhelm Baur (1607 - 1640) para una edición de la obra de Ovidio Las metamorfosis:
Eresictón vende a su hija Mestra.

El padre de la bella muchacha, Erisictón, era llamado por los hombres Etón, porque era preso de un hambre «ardiente» que lo consumía.[2]​ Dícese que en otros tiempos Etón había talado un bosque sagrado de Deméter para construirse una sala de banquetes. En castigo la diosa le condenó a sufrir este hambre voraz que más crecía cuanto más comía. Tanta fue la desesperación de Erisictón que vendió a su hija Mestra como esclava cuando se le habían acabado ya todas las posesiones. Pero cuando la joven se quedó a solas con su dueño, pidió ayuda a su amante, el dios Poseidón, y este le concedió el don de poder cambiar de forma siempre que quisiera.[5][4][8]​ Con esta artimaña, Mestra logró librarse de su dueño convirtiéndose en un marinero o pescador para que no la reconociera. Pero cuando su padre descubrió tal habilidad, quiso aprovecharse de ella y vendió a su hija varias veces a hombres distintos para poderse comprar así más alimentos. Mestra, que consentía en tan repugnante mercadeo por amor a su padre, se fue librando de sus sucesivos dueños transformándose en varios animales, como becerra, ciervo o pájaro.[5][9]​ En la versión más antigua del mito Erisictón casaba a su hija a cambio de las pingües dotes de la boda,[2]​ pero posteriormente se imaginó que Mestra simplemente ejercía la prostitución para conseguir sus objetivos.[3][10]

Se dice que a la corte de Erisictón llegó Sísifo, llevando con él una ingente dote de bueyes, ovejas y cabras; pretendía desposar a Mestra con su hijo Glauco. Sísifo y Etón llegaron a un acuerdo y la muchacha se marchó a casa de Sísifo, pero este, advertido de los dones de Mestra, ató a la muchacha para que no pudiera huir. La hija de Etón adoptó una forma animal y huyó del lugar, regresando a casa de sus padres. Al día siguiente se presentó Sísifo una vez más en la corte de Etón, reclamando a su nuera, pero entonces surgió una disputa entre ambos. Como ninguno de los dos cedía tuvieron que intervenir los dioses, que al parecer dieron la razón a Etón, pues Zeus había decretado que la estirpe de Sísifo no quedaría en la tierra. En ese momento Poseidón hizo acto de presencia y raptó a Mestra, conduciéndola por el mar hasta la isla de Cos, en donde gozó de la muchacha. Allí Mestra alumbró al hijo que le había dado Poseidón, al que llamó Eurípilo, y que terminó siendo el rey de la isla.[2]​ De este Eurípilo descienden Fídipo y Ántifo, caudillos del contingente de Cos durante la guerra de Troya.[11]

Finalmente Mestra tomó una nave y regresó a Atenas, para dedicarse a cuidar de su malhadado padre.[2]​ Pero otros dicen que Erisictón se había convertido en un mendigo miserable a causa de su maldición,[9]​ y como no había ya alimentos suficientes que calmaran su apetito, en un ataque de desesperación terminó comiéndose a sí mismo.[5]​ Fue entonces cuando Mestra quedó libre de su obligación filial, y se casó, según Ovidio, con Autólico, el abuelo de Odiseo; esta versión solo es mantenida por este autor, ya que Mestra nunca es mencionada en la genealogía de Odiseo ni en la de Jasón, que también era nieto de Autólico.[7]

  1. En las fuentes más modernas se suele adaptar la grafía de su nombre como Mnestra, pero esta forma no está atestiguada en las fuentes antiguas. Esta variación de grafías es paralela a la forma Clitemnestra, que sí aparece en autores arcaicos; en la Biblioteca mitológica de Apolodoro (II 1, 5) se usa la forma Mnestra para referirse a una de las Danaides.
  2. a b c d e f HESÍODO: Catálogo de mujeres, fragmento 43a
  3. a b ANTONINO LIBERAL: Metamorfosis XVII, 5.
  4. a b Escolio a Licofrón 1393
  5. a b c d OVIDIO: Las metamorfosis VIII, 725 - 884.
  6. FILODEMO: De pietate 49
  7. a b OVIDIO: Las metamorfosis VIII, 739.
  8. TZETZES: Alejandra 1.395
  9. a b PALÉFATO: Sobre fenómenos increíbles XXIII
  10. Nótese que Antonino Liberal nos ofrece una versión racional del mito, alejándose de toda característica propia de la mitología.
  11. HOMERO: Ilíada II 678

Referencias

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