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Alfonso IV de Portugal

Rey de Portugal (1325-1357)

Alfonso IV de Portugal, apodado el Bravo (Lisboa, 8 de febrero de 1291-Lisboa, 28 de mayo de 1357), fue rey de Portugal desde 1325 hasta su muerte. Era el único hijo legítimo del rey Dionisio I de Portugal y de la infanta Isabel de Aragón[1]​(posteriormente canonizada como Santa Isabel).

Alfonso IV
Rey de Portugal y Algarve

Rey de Portugal
7 de enero de 1325-28 de mayo de 1357
(32 años y 141 días)
Predecesor Dionisio I
Sucesor Pedro I
Información personal
Nombre completo Alfonso Dionisio
Nacimiento 8 de febrero de 1291
Lisboa, Reino de Portugal
Fallecimiento 28 de mayo de 1357 (66 años)
Lisboa, Reino de Portugal
Sepultura Catedral de Lisboa
Familia
Casa real Borgoña
Padre Dionisio I de Portugal
Madre Isabel de Aragón
Consorte Beatriz de Castilla
Hijos Véase Matrimonio y descendencia

Es recordado como un soldado valiente y un experimentado general, de ahí su apodo el Bravo. Fue uno de los primeros promotores de la marina portuguesa. Destinó fondos públicos a aumentar la flota comercial y ordenó las primeras expediciones portuguesas.

Las Islas Canarias fueron objetivo de sus expediciones junto a mallorquines y castellanos, todas ellas precedidas de las expediciones genovesas, como la de Lanceloto Malocello.

Entró en pleito con su hijo (el infante Pedro de Portugal) por la relación con la doncella gallega Inés de Castro, durante una etapa de conflictos dinásticos con el reino de Castilla que desencadenaría en el interregno de 1383-1385.

Biografía

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Alfonso era el heredero legítimo al trono de su padre. Sin embargo, según diversas fuentes, no era el hijo favorito del rey ya que su medio hermano, Alfonso Sánchez, hijo ilegítimo del rey, gozaba del favor real. La rivalidad entre ellos desembocó en diversos conatos de guerra civil. El 7 de enero de 1325, Dionisio murió y Alfonso se convirtió en rey. Vengándose de su hermanastro, lo desterró a Castilla y expropió todas las tierras y posesiones que su padre le había donado. El 4 de julio de 1326, Juan Alfonso, medio hermano de ambos y partidario de su hermano Alfonso Sánchez, fue ejecutado por su otro hermano Alfonso IV. Alfonso Sánchez no se rindió y, desde Castilla, orquestó una serie de intentos de usurpación de la corona. Tras diversos intentos de invasión fallidos, ambos hermanos firmaron un tratado de paz, arreglado por la reina madre Isabel.

En 1309, Alfonso IV se casó con la infanta Beatriz de Castilla, hija del rey Sancho IV de Castilla y de su esposa María de Molina. La primera hija del matrimonio, María, casó con el rey Alfonso XI de Castilla en 1328. En esas fechas, el heredero de Alfonso, su hijo Pedro se prometía con otra princesa castellana, Constanza Manuel. Estos acuerdos estuvieron en peligro por el comportamiento de Alfonso XI que menospreciaba a su esposa en público. Alfonso IV, molesto por el trato dado a su hija, inició una guerra con Castilla. La guerra terminó tras cuatro años de enfrentamientos gracias a la intervención de la propia María.

En 1336 las tropas portuguesas invadieron el reino de Castilla y pusieron sitio a la ciudad de Badajoz, pero poco después fueron derrotadas por el ejército castellano-leonés en la batalla de Villanueva de Barcarrota, librada en 1336, lo que obligó al monarca lusitano a regresar al reino de Portugal junto a su ejército, pues tenía conocimiento de que varios ejércitos castellanos, que le superaban en número, se aproximaban a él.

En 1339 se firmó un tratado de paz en Sevilla; ese mismo año, las tropas portuguesas desempeñaron un importante papel en la victoria de la Batalla del río Salado contra los benimerines.

La última etapa del reinado de Alfonso IV estuvo marcada por las intrigas políticas. La guerra civil entre el rey Pedro I de Castilla y su hermanastro Enrique de Trastamara hizo que numerosos nobles castellanos se exiliaran a Portugal. Estos emigrantes crearon una facción entre la corte portuguesa, buscando privilegios que pudieran compensar de alguna forma lo perdido en el exilio. Poco a poco fueron ganando poder, especialmente después de que Inés de Castro, hija de un importante noble y doncella de la infanta Constanza, se convirtiera en la amante del esposo de su ama: Pedro, el heredero de Portugal.

Alfonso IV, que no estaba satisfecho con la elección amorosa de su hijo, esperó que la relación fuera una simple aventura amorosa. Desgraciadamente para los asuntos políticos no fue así. Pedro estaba realmente enamorado de Inés, reconoció a los hijos que tuvo con ella y, lo peor de todo, favoreció a los nobles castellanos que la rodeaban. Además, tras la muerte de su esposa en 1349, Pedro se negó a casarse con otra mujer que no fuera Inés.

La situación fue empeorando con los años y el anciano Alfonso perdió el control de la corte. El heredero de Pedro, Fernando, era un niño enfermizo mientras que los hijos ilegítimos de Inés crecían fuertes y sanos. Preocupado ante un inminente conflicto dinástico (que culminaría en el interregno de 1383-1385), en 1354 Alfonso trasladó su corte a Montemor-o-Velho y se inició una conspiración para deshacerse de Inés de Castro. Tres consejeros, Pedro Coelho, Diego López Pacheco y Álvaro Gonçalves, son señalados como los más incisivos en presionar al rey para que se la asesinase.

Inés es asesinada en la Quinta das Lágrimas en enero de 1355. Los principales implicados fueron protegidos por Alfonso (Pedro jamás le perdonó esta decisión). Lleno de ira, el propio Pedro se puso al frente de un ejército y devastó el país entre los ríos Duero y Miño antes de la muerte de Alfonso, el 28 de mayo de 1357. Se encuentra sepultado en la Catedral de Lisboa.

Matrimonio y descendencia

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Contrajo matrimonio el 12 de septiembre de 1309 con la infanta Beatriz de Castilla, hija de Sancho IV de Castilla, y de la reina María de Molina.[2]​ Tuvieron los siguientes hijos:

Algunos historiadores aseguran que no tuvo ningún hijo extramatrimonial,[a][b][c]​ pero otros, como Francisco Fernández de Béthencourt[d]​ y Luis de Salazar y Castro[e]​ afirman que tuvo una hija ilegítima llamada María Alfonso de Portugal (1316-1384),[7]​ casada con Fernando Alfonso de Valencia, maestre de la Orden de Santiago y bisnieto de los reyes Alfonso X y Sancho IV de Castilla, con quien tuvo varios hijos.

Ancestros

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Véase también

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  1. «Suponemos que después del casamiento de Dña. Beatriz y D. Afonso IV, la vida conyugal habrá sido armoniosa. Nuestra afirmación se basa en el hecho de que D. Afonso IV no tuvo hijos bastardos, quebrando de este modo una larga tradición familiar». (traducción)[4]
  2. «Tal vez por haber tenido tantos problemas con los de su padre, D. Alfonso no tuvo bastardos». (traducción)[2]
  3. «No se conocen hijos bastardos del rey. Dos posibles explicaciones pueden ser tal vez los lazos de profunda estima, amistad y respeto que existían por haberse criado y convivido desde muy pronto con su futura mujer u, otra hipótesis, serían los recuerdos de los problemas con sus hermanos bastardos que le llevó a evitar que los mismo le sucediera a sus herederos». (traducción)[3]
  4. Fernández de Bethencourt se limita a decir, sin aportar prueba alguna, que Juan de Valencia era hijo de Fernando Alfonso de Valencia y de María de Portugal, hija del rey Alfonso IV.[5]
  5. Salazar y Castro en la tabla sobre la Casa de Valencia: «Dicen Gudiel, Florián, y Lavalla que casó con Doña María hija del re D. Alonso IV de Portugal» sin aportar documentación o pruebas que sustenten tal afirmación.[6]

Referencias

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Bibliografía

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Enlaces externos

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