[go: up one dir, main page]

Explora más de 1,5 millones de audiolibros y libros electrónicos gratis durante días

Al terminar tu prueba, sigue disfrutando por $11.99 al mes. Cancela cuando quieras.

El sexo social
El sexo social
El sexo social
Libro electrónico118 páginas1 hora

El sexo social

Calificación: 3 de 5 estrellas

3/5

()

Leer vista previa

Información de este libro electrónico

El sexo se manifiesta en muchos aspectos de la vida cotidiana: en las
conversaciones triviales, en la televisión, en Internet, en el hogar, en
la escuela… Pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez cuál es el vínculo
entre el sexo y nuestras relaciones sociales? ¿Hemos vivido siempre la
sexualidad de la misma forma durante nuestra evolución como seres
humanos?
La sexualidad es mucho más antigua que las primeras herramientas de
piedra. Hace más de dos millones de años, a partir de la socialización
de la inteligencia operativa, se inicia un proceso por el cual el sexo
se transformará en una estrategia de adaptación humana de una
trascendencia única.
Reproducción y supervivencia, relaciones sociales, modelos familiares,
consciencia de especie, arte… Eudald Carbonell analiza el papel
que ha tenido y tiene el sexo en su vertiente social, química, física y
emocional para la evolución de nuestra especie, desde la prehistoria
hasta nuestros días, y con la mirada puesta en el futuro.
IdiomaEspañol
EditorialNow Books
Fecha de lanzamiento18 feb 2010
ISBN9788493768249
El sexo social

Relacionado con El sexo social

Libros electrónicos relacionados

Antropología para usted

Ver más

Comentarios para El sexo social

Calificación: 3 de 5 estrellas
3/5

2 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El sexo social - Eudald Carbonell i Roura

       Primera edición: febrero de 2010

       © de esta edición:

       Ara Llibres, S.C.C.L.

       Corders, 22-28

       08911 Badalona

       Tel. 93 389 94 70

       www.ara.cat

       © Eudald Carbonell, 2010

       Traducción: Montse Llorente

       Diseño de cubierta: Cristina Serrano

       Epub: Sistemes d’Edició

       ISBN: 978-84-937682-4-9

       Todos los derechos reservados.

       Se prohíbe la reproducción total o parcial

       de esta obra por cualquier medio o

       procedimiento, y el alquiler o préstamo público

       sin la autorización por escrito de los titulares

       del copyright.

    Introducción

    «Responderé tan franco como francamente espero vivir»,

       William Shakespeare

       Para mí, el estudio de la evolución es una pasión; todo está en el espacio-tiempo singular que es. Como evolucionista que soy y como siempre que escribo, abordo la sexualidad como un reto que hay que afrontar cara a cara desde la racionalidad, la intuición, la ciencia, el pensamiento, la experiencia y la reflexión. Conocer, pensar y hacer forman parte del proceso intelectual que la selección cultural puso en marcha cuando el emergente primate humano, hace cientos de miles de años, talló la primera herramienta de piedra en las sabanas africanas. Vivir es el sustrato que almacena la memoria del sistema que después transmitimos culturalmente.

       La sexualidad es mucho más antigua que las primeras herramientas de piedra. No comienza con la emergencia de la inteligencia operativa, pero sí que, a partir de la socialización de esta adquisición, hace más de dos millones de años, se inicia un proceso por el que la sexualidad devendrá en una estrategia de adaptación humana de una trascendencia única. De esta manera, la selección sexual y la emergencia de la selección cultural se retroalimentarán para convertirnos en una singularidad dentro del reino animal.

       Si analizamos la sexualidad desde su fosilización histórica, desde una perspectiva social, química, física y emocional, y como práctica de especie, es posible que avancemos en el conocimiento de la evolución de nuestro género, el género Homo, y de su adaptación a lo largo de toda su filogenia hasta llegar a nuestra especie, el Homo sapiens.

       Siempre me he planteado la importancia del sexo en las relaciones sociales de los mamíferos. Esto me ha impulsado a buscar cómo entender y explicar este tipo de interacciones y sus consecuencias en los primates humanos, cómo se estructuran y cómo influyen en el proceso de adaptación; así como el grado de importancia que las relaciones sexuales tienen en el incremento de la sociabilidad de nuestro género y su aceleración evolutiva, para intentar comprender y entender el sexo, para reflexionar sobre ello y para ser consecuente con esta actividad biológica, etológica y cultural.

       Para entender el proceso de socialización de nuestro género —y más concretamente de nuestra especie—, parece obvio que hay que comprender la evolución de las relaciones sexuales, pero me cuesta un gran esfuerzo de síntesis cuando intento reflexionar de forma holística.

       Entorno a esta cuestión, Robert Sala y yo escribimos un capítulo del libro Aún no somos humanos; en dicho capítulo desarrollamos brevemente la hipótesis social del sexo como acción vinculante que cambia las relaciones sociales y que estructura la complementariedad macho-hembra. Varios lectores nos plantearon algunos comentarios, ya que discrepaban de nuestro planteamiento, pero, acto seguido, reconocían que lo encontraban apasionante. En el libro El nacimiento de una nueva conciencia insistí en el tema. Las alusiones y críticas me hicieron pensar de nuevo en esta problemática, y otorgarle mayor profundidad analítica y sistémica…

       Nos preguntamos por qué nos interesan tanto las cuestiones relacionadas directa o indirectamente con el sexo, y por qué el sexo y todo lo que rodea a su práctica siempre están justo en el núcleo de cualquier conversación que se alargue un poco. Es obvio, sin el sexo no estaríamos aquí. La fuerza del sexo es la de la permanencia y la de la continuidad; es información contenida que se explicita en la singamia y en su resultado, la reproducción específica. No obstante, va más allá de la percepción reproductiva y de la transmisión genética. En el sexo, nuestro género descubre una serie de factores de transformación y de organización de un alcance social inconmensurable.

       Escribiré y analizaré el sexo desde la perspectiva antropológica para reflexionar desde un punto de vista que nos ayude a reconocernos a nosotros mismos, lejos de prejuicios morales. Hablaré del sexo social con una base científica y experimental. Todo lo que tiene que ver con el sexo, la reproducción, la socialización, la organización doméstica, el amor como interacción, etcétera, está ligado a la liturgia de los genes, y, por lo tanto, a la secuencia de producir el fenotipo (estructura fisiológica) mediante el genotipo (estructura genética). Sin olvidar que también está unido a la fuerza de la experiencia como espécimen inmerso en la evolución del proyecto personal socializado.

       La selección natural ha actuado, de forma especialmente consistente, sobre la reproducción de los organismos, gracias a la selección sexual, de manera que los organismos vivos que nos reproducimos por singamia hemos sido sometidos a sus leyes; esto no puede eludirlo nadie. Ésta es la premisa conductora que opera en el sexo, en la diversidad biológica y en su mantenimiento mediante la descendencia.

       Desde hace 2,5 millones de años, nuestro género Homo y todas sus especies han ido desarrollando estrategias para adaptarse de una forma diferente a la del resto de animales, gracias a diferentes adquisiciones. Esto hace que el sexo como estrategia natural evolutiva, cuando se socializa por la cultura, cambie específicamente su función y contribuya a la cohesión y la organización humana de manera muy distinta a como lo hacen las otras actividades fisiológicas básicas.

       Creo que sólo desde una perspectiva diacrónica del conocimiento de la actividad sexual, podremos desarrollar con coherencia qué es y qué significa; cómo era y cómo se representaba; qué es ahora, cómo se ha transformado en un mecanismo social y cultural, y cómo influye en el comportamiento de los primates humanos. Deberíamos entender que el sexo no es tan sólo un hecho biológico y etológico, sino que también es social y cultural, porque en el transcurso de la evolución han emergido nuevas caracterizaciones que se han socializado al mismo tiempo que ampliaban radicalmente su estructura y su función seminal. Éste es el objetivo que quiero abordar.

       Pretendo seguir el desarrollo social del sexo; entender el dimorfismo sexual como una expresión natural de la sexualidad del macho y de la hembra; repasar el sexo primate no humano, la fisiología del sexo, la cultura sexual, el amor ligado al deseo; su influencia en la estructura doméstica y el sexo virtual. Éstos son los ítems que quiero desarrollar para hacer reflexionar y también para informar de una visión social y antropológica de nuestra evolución desde esta perspectiva.

       Quiero abrir la mente a todo aquello que será inconmensurable para nosotros, al futuro de la especie y a la manera en que el sexo evolucionará hacia campos que difícilmente podemos determinar. Pienso en el futuro de este comportamiento en el que se basará la reproducción cuando sea más que asistida y extrauterina. Pienso en una especie que, una vez resocializada por la socialización de la revolución cientificotécnica, se relacionará de individuo a especie, en lugar de hacerlo de individuo a individuo. Todo ello puede llevarnos a una realidad que, ahora mismo, no podemos comprender. Pero sí podemos analizar socialmente lo que está pasando, para tener elementos que nos permitan imaginar qué sucederá mientras contribuimos a que se produzca.

       Elementos para reflexionar, para construir una nueva conciencia

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1