La confesión del patriota - Un thriller de espías

Copyright © 2026 Thejendra Sreenivas

Segunda edición: 2026

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Tabla de Contenidos

Prólogo

Hombre en el Espejo

El Periodista

Detalles Personales

Calificaciones Académicas

Experiencia Profesional

Proyectos Gestionados

Acerca del Autor

Prólogo

Conozca al Agente 57, un veterano especialista de combate con la máxima autorización de seguridad otorgada por el gobierno de los Estados Unidos y todas sus naciones aliadas. Nunca visto, solo rumoreado en el oscuro y sombrío mundo de la seguridad extrema y de los objetivos de alto valor. Un brillante experto en geopolítica, operaciones encubiertas y con conocimiento operativo de todas esas armas secretas cuya existencia es negada rotundamente por todas las agencias gubernamentales. Un individuo entrenado para sobrevivir a los climas más extremos, a los dolores más mortales del hambre y a las torturas más despiadadas.

Era un caballero nacido únicamente para defender la libertad y la independencia de todos sus inocentes ciudadanos. Un hombre que jamás dudó en aceptar cualquier tarea imposible en cualquier rincón del planeta. Un patriota inquebrantable, dotado de talentos tan extraordinarios que lo colocaban a años luz de la multitud de mediocres agentes secretos que uno suele encontrar en las novelas de suspenso más vendidas y en las famosas películas de espías. Un hombre en quien cada presidente de las últimas tres décadas confió ciegamente su vida… hasta que sucumbió a aquella tentación fatal que nadie jamás habría imaginado que un agente tan confiable como el 57 pudiera cometer.

Hombre en el Espejo

—Agente 57, ¿estás realmente seguro de que quieres hacer esta trastada? —preguntó el hombre en el espejo.

—Hmm, creo que sí. Tengo que confesarlo todo —fue mi respuesta, esforzándome por no mirar sus ojos helados mientras me peinaba, pero era un pillo tan terco que era imposible quitarme de la vista su imagen penetrante.

—¿Le has dado una seria consideración, payaso? —volvió a preguntar con la sequedad de un juez del Tribunal Supremo.

—Sí, lo he pensado profundamente.

—Bien, ¿quién es ese tipo con el que vas a reunirte?

—Es un periodista de The Spy Magazine, una publicación dedicada al espionaje y la inteligencia.

—¿Qué? ¿Estás loco? ¿Vas a hablar con un periodista? Te descubrirán si sueltas la lengua delante de ellos y no tendrás dónde esconderte.

—¡Bostezo!

—Escucha, payaso, a ellos solo les interesan las historias jugosas y no les importa tu seguridad.

—Ahora escucha tú, no tengo nada que perder. Estoy retirado. Mi agencia me dio la espalda hace años. ¿Qué daño hace un poco de diversión? Además, la verdad me hará libre. No soltarla me está torturando.

—Sí, pero pueden surgirte nuevos problemas. Sigo creyendo que es una idea estúpida. ¿No te pagó la agencia una gran suma y una pensión para que te mantuvieras en silencio después de echarte?

—¡Ja! Sí, una gran suma, estoy nadando en riquezas. ¡Qué va! —respondí con sorna.

—¿Para qué quieres riqueza? Sabes vivir como un cerdo tacaño de todos modos. Escucha, todavía no entiendo qué te pasó. Eras tan fuerte. ¿Por qué no te callas y te llevas todos tus secretos a la tumba? ¿A quién le importan todas las cosas gloriosas que hiciste en la agencia? ¿Qué hay de tu promesa, el juramento de silencio y otras tonterías de lealtad que se suponía debías mantener? Recuerda, hay leyes duras contra la trastada que planeas