Belleza y cosmética natural para principiantes

Todos los derechos reservados abril 2021

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Introducción

Si estás interesado en el mundo de los cosméticos naturales, hechos por ti en tu casa, seguro que quieres elaborar algunas recetas por tu cuenta e incluso conseguir cosas más allá.

Este libro es precisamente para ello, se trata de un manual muy sencillo de cómo preparar cremas y productos caseros para cuidar tu piel y tu cuerpo.

Aquí aclararás todas las dudas que puedas tener sobre los cosméticos naturales y cómo los puedes hacer, la manera de enriquecerlos y cómo pueden beneficiarte.

La idea es poder satisfacer la curiosidad que existe en torno a este mundo y que puedas aprender sobre él fácilmente, en la primera parte del libro tendrás teoría sobre este tema y luego una serie extensa de toda clase de recetas para hacerlas en casa.

Es un libro para todo tipo de públicos, y donde muchas personas pueden obtener beneficios, desde una mujer embarazada que quiere reducir estrías, a todo aquel que quiera eliminar alguna arruga, relajar la piel, dar brillo, limpiar, exfoliar, o incluso para quien quiera hacer una crema de afeitar y un tónico para después del afeitado.

Capítulo 1: Uso de los cosméticos

En este libro aprenderás a hacer tus cosméticos caseros, artesanales y saludables. Son un preparado semisólido que puedes usar a diario para proteger tu piel.

En el mercado hay muchos tipos de cremas, aunque la clasificación más simple se divide en cremas para el rostro y para el cuerpo.

Entre otras cosas te pueden hidratar, nutrir, rejuvenecer y mantener en buen estado la piel. Las cremas caseras surgen como resultado de combinar ingredientes elementales que conocerás en las recetas y que puedes enriquecer con muchos elementos a tu alcance.

El proceso para hacerlas es sencillo y las ventajas de hacerlas de forma casera son muchas:

Son totalmente personalizadas, las haces a tu gusto, agregas ingredientes acordes a tu tipo de piel y necesidades, es como una carta abierta de opciones.

No contienen ingredientes tóxicos ni suponen sufrimiento animal por la experimentación para crear cosméticos.

Son fáciles, asequibles, y puedes hacerlas sin gastar mucho en ello.

Entre los tipos de cosméticos, tenemos:

Cremas fluidas

Tienen pocos ingredientes grasos, son suaves en su textura y no dejan sensación grasosa al usarla, las puedes expandir fácilmente.

En las cremas mixtas, tienen una base externa acuosa y fase interna oleosa.

Cremas densas

Estas cremas dejan una sensación grasosa, se usan grasas y aceites y están formadas por una base externa acuosa y una fase interna acuosa.

Cremas Oil Free

Hechas con siliconas, no tienen ceras ni grasas y se absorben fácilmente, no dejan brillo y tienen una fase externa de silicona y fase interna acuosa.

Capítulo 2: Lo que necesitas para comenzar a hacer tus propios cosméticos

Comencemos por los ingredientes que necesitas:

Agua desmineralizada

Es la más utilizada, el agua corriente es reactiva y tiene sales y puede arruinar el resultado final. No tiene impurezas o sales. Es clave porque evitas que la crema se contamine y dañe.

Aguas florales e hidrolatos de cosmética casera

Aquí entran elementos como el agua de rosas, azahar o hammamelis. Sirven para añadir un aroma natural, con propiedades beneficiosas para la piel.

La diferencia entre aguas florales e hidrolatos es que los últimos aportan beneficios extra en la crema. Se logran por medio de la destilación de aceites esenciales y conservan las propiedades de la planta de donde se sacan.

Ambas versiones forman parte de la fase acuosa de las cremas.

Las grasas

Son elementos que forman parte de la fase oleosa, son líquidas como los aceites vegetales o pueden ser sólidas, como en el caso de mantecas y ceras. Su función es aportar consistencia y untuosidad en la crema.

En pieles grasas, la proporción de ingredientes grasos se recomienda que sea menor, mientras que en las secas se recomienda que sea mayor.

Aceites

Estos son algunos aceites de los más usados:

De jojoba: hidrata y nutre, ayuda a regenerar la piel y frenar el acné.

Rosa mosqueta: ayuda a hidratar y regenerar, a cicatrizar y mitigar manchas y arrugas.

Almendras: tiene vitaminas A, E y D, ideal para pieles sensibles y secas. Hidrata y suaviza.

Aguacate: hidrata y acondiciona, perfecto para nutrir profundamente las pieles sensibles.

Germen de trigo: tiene mucha vitamina E, ácidos grasos, omegas 3 y 6. Tiene antioxidantes y ayuda con estrías y arrugas.

Sésamo: sirve para añadir efecto antiedad, es efectivo para tratar la piel y aumenta la elasticidad en profundidad.

Argán: tiene propiedades regenerativas, regula la reestructuración de la piel. Sirve para pieles normales, secas, maduras o dañadas, eficaz para cremas regeneradoras e hidratantes.

Hipérico: hidrata y regenera la piel. Tiene capacidad antibacteriana.

Avellana: tiene gran contenido de vitaminas y ácido oleico, es ideal para regenerar piel y cremas